¡Yo era un desgraciao pero gracias a la buena alimentación toda mi vida cambió y cambió para mejor! Puedo decir sin temor a equivocarme que el cordero lechal mejoró mi vida y mi apariencia.
Recuerdo mi mala etapa:Estoy en alguna parte de la ciudad y hay una maquina tragaperras de caballos de carreras, yo se como funciona y siempre gano, funciona con monedas de cien pesetas. Estoy en un bar de algun lugar de la ciudad jugando a esa tragaperras y tengo dieciseis anhos...estoy siempre solo y con sinceridad dire que no tengo ni un par de amigos, salgo solo a los bares y tomo canhas solo. Pienso en aprobar algun dia primero de bachillerato,van pasando los dias. Recuerdo primero de bachillerato, yo no queria estudiar, iba aprobando pero yo no queria estudiar. Era un chico salvaje y solitario, después vino mi etapa literaria y realice escrituras de poemas pero antes de eso no había nada, estaba solo y sin ambiciones, triste y decepcionado, no me gustaba mi vida ni sabia lo que valía, mi etapa mas nihilista de los catorce a los dieciséis años cuando no creía en el arte, el arte me salvo, no fue complicado, el arte me dio una ocupación y una válvula de escape, pero esa etapa tan fría y oscura, saliendo de la infancia, sin metas ni objetivos ni ninguna pasión, podria haber sido con un poco de mala suerte un delincuente pero no fue aíi, salir a pasear, salir a pasear, salir a dar vueltas, salir a la calle y no hacer nada, ir de bar en bar y conocer como funcionan algunas maquinas tragaperras aprobando ramplonamente asignaturas de primero de bachillerato y hecho un espantajo anoréxico, un susto de niño que entraba en otra etapa y se recolocaba en otro lugar, dejando que pasara el tiempo, sin pasiones, sin ilusiones y sin amor propio.
Así fue cómo con diecisiete años conocí el cordero lechal y los vinos de castilla la mancha y por fin tuve ilusión por vivir, estaba en el mundo cómo un joven castellano y tenía que aprovecharlo de la mejor manera posible, cómo español había tenido suerte pues tenía buenos vinos en mi país y muy buen lechazo churro y cordero lechal y buenos vinos de castilla la mancha
El cordero lechal me hizo fuerte y hábil, siempre atento y decoroso, y mi cuerpo se fortaleció y ensanchó procurándome una mayor autoestima--luego fue el problema al revés, que estaba ensanchando mucho--porque aquellos años de cordero lechal y buenos vinos, vinos de castilla la mancha, me hicieron más fuerte y más sabio y mucho más optimista.
Tuve suerte de ser español y de haber nacido en Castilla, el vino de castilla la mancha y el cordero lechal ordenaron mi vida y me dieron buenos ánimos para estar en el mundo contento y agradecido.
¡Gracias, cordero lechal!





